La cría y cuidado de cabritos recién nacidos es un proceso importante y delicado que requiere atención y cuidado. En este artículo, se tratarán los puntos más importantes a tener en cuenta durante los primeros 10 días de vida de los cabritos. Es importante destacar que a las cabritas bebé, también se les puede llamar “cabrillas” o “chotas”, términos cariñosos que reflejan su ternura en esta etapa de desarrollo.
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Alimentación de los primeros días de vida de los cabritos
El calostro, que se produce en las primeras horas después del parto, es un componente crítico en la alimentación de cabritos recién nacidos. Esta primera leche materna es esencial debido a su composición única. Contiene una alta concentración de inmunoglobulinas, factores de crecimiento y nutrientes vitales que brindan a las crías una sólida base para un crecimiento saludable. Las inmunoglobulinas presentes en el calostro son esenciales para el desarrollo del sistema inmunológico de los cabritos, ayudándolas a resistir infecciones y enfermedades en sus primeros días de vida.
En cuanto a la forma de proporcionar el calostro, existen dos enfoques principales. La primera es la alimentación natural, que implica permitir que los cabritos se alimenten directamente de la madre. Aunque es la opción más sencilla, puede conllevar riesgos sanitarios y dificulta el control de las cantidades ingeridas. La segunda opción es la alimentación artificial o asistida, que implica el ordeño de la madre cabra y la posterior alimentación de las crías con biberón. Este enfoque brinda un mayor control y permite mantener un entorno más higiénico, aunque requiere una inversión de tiempo y esfuerzo más significativa por parte del criador.
Frecuencia en la Alimentación
La frecuencia de alimentación es un aspecto crucial a tener en cuenta durante los primeros días. En las primeras 24 horas de vida, se recomienda alimentar a los cabritos al menos cada 2 horas para garantizar un consumo mínimo de 500 gramos de calostro. A partir de entonces, se puede pasar a una frecuencia de alimentación de 3 a 4 tomas diarias para alcanzar un consumo total de 1 kilogramo de leche al día hasta el día 10. Sin embargo, se debe ajustar según el peso al nacer, la raza, la salud y la genética de las crías, ya que estos factores pueden influir en las necesidades individuales de cada cabrito.
Además de la nutrición, la higiene es fundamental en la crianza de cabritos recién nacidos. Los recipientes y biberones utilizados para la alimentación deben mantenerse limpios y esterilizados para evitar la contaminación y asegurar la salud de las crías.
El monitoreo constante del peso y el desarrollo de los cabritos es esencial durante los primeros 10 días de vida. Pesar a las crías al nacer y seguir controlando su aumento de peso es una práctica vital para garantizar una alimentación adecuada y un crecimiento saludable. Un cabrito recién nacida puede tener una tasa de conversión de alimento sorprendentemente alta, alrededor del 20% del alimento consumido, lo que subraya la importancia de un seguimiento meticuloso.
Higiene y Alojamiento para cabritos
Un aspecto crítico en esta tarea es el cuidado de la higiene y el alojamiento adecuado. En esta sección exploraremos por qué estos aspectos son fundamentales y cómo garantizar un ambiente óptimo para el desarrollo saludable de los cabritos.
Desde el momento de su nacimiento, es esencial realizar la cura del ombligo de los cabritos. Este procedimiento ayuda a prevenir infecciones y establece una base sólida para su salud. Usando un desinfectante apropiado como la tintura de yodo (yodopovidona) el cual es uno de los desinfectantes más comunes y seguros. El ombligo debe limpiarse y tratarse con regularidad hasta que seque por completo. Este proceso puede llevar varios días, pero es vital para evitar problemas futuros.
Durante sus primeros días de vida, los cabritos no tienen la capacidad de regular adecuadamente su temperatura corporal. Por lo tanto, es crucial proporcionarles un ambiente cálido y seco. Esto significa mantenerlas en un lugar libre de corrientes de aire y protegerlas de la humedad. Un entorno cálido y seco permite que las crías concentren su energía en crecer y desarrollarse, en lugar de gastarla luchando contra condiciones adversas.
Alojamiento para cabritos
En explotaciones ganaderas que priorizan la prevención de enfermedades, se recomienda separar a las crías de la madre y alojarlas en espacios distintos. Esta práctica ofrece múltiples ventajas. En primer lugar, facilita un control más preciso de la alimentación y el seguimiento del crecimiento de los cabritos. Además, reduce el riesgo de transmisión de enfermedades, como el clostridium y la CAE (Artritis y Encefalitis Caprina), que pueden ser una amenaza en sistemas de manejo conjunto.
Para mantener la higiene y prevenir enfermedades, es aconsejable utilizar sistemas elevados con pisos de plástico. Estos sistemas evitan que las cabritas estén en contacto directo con el suelo, disminuyendo el riesgo de infecciones y facilitando la limpieza. Además, permiten una gestión eficiente de los desechos y contribuyen a un ambiente más higiénico.
Podemos concluir que el cuidado de los cabritos recién nacidos va más allá de la alimentación. La cura del ombligo, la creación de un ambiente cálido y seco y la separación controlada de la madre son aspectos clave para garantizar su salud y bienestar. La inversión en sistemas elevados con pisos de plástico y prácticas de higiene adecuadas es esencial para promover un crecimiento saludable en la industria ganadera caprina.
