La cría y recría de cabritas es una parte esencial en la gestión de un rebaño caprino saludable y productivo. Esta fase no solo tiene el propósito de mantener un número estable de reproductoras en el rebaño, sino que también desempeña un papel fundamental en el avance genético y la resistencia a enfermedades. En este artículo original de mundocaprino.com, exploraremos las estrategias clave para criar y recríar cabritas con un enfoque en alcanzar un primer parto a los 12 meses de edad.
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Planificación del programa de levante de cabritas
Uno de los objetivos de la cría y recría de cabritas es mantener el rebaño estable en cuanto al número de reproductoras, aunque también cabe hacer una mayor selección en número de cabritas en el caso de que busquemos un crecimiento del rebaño. El otro objetivo de la reposición de cabritas debe ser trabajar en el avance o progreso genético del rebaño, tanto desde el punto de vista productivo como de la resistencia a determinadas enfermedades.
En base a estos dos objetivos las cabritas deberán seleccionarse antes de nacer: debemos elegir las madres más productoras, con mejor conformación, estructura y un buen rendimiento reproductivo a lo largo de su vida productiva.
La tasa de reposición o el número de cabritas que hay que tener preparadas cada año para parir y así reponer los descartes de las reproductoras manteniendo el rebaño estable en número de cabezas, se determina en función de la vida media productiva del rebaño.
Para una vida media productiva del rebaño de 4 años, el porcentaje de cabritas que habrá que tener preparadas cada año para parir será el 25% de las. cabras presentes en el rebaño.
Sin embargo, las cabritas que deberemos seleccionar al nacimiento serán un porcentaje superior que deberá tener en cuenta las posibles bajas que pueden ocurrir desde el nacimiento hasta el parto y los descartes por fallos reproductivos.
FASE DE CRÍA: desde el nacimiento al destete
Para este programa de recría vamos a fijar el objetivo de una edad de 12 meses al momento del primer parto, una vez aclarado ese punto debemos establece un percentil de pesos o índice de madurez y un percentil de altura o índice de desarrollo para cada una de las fases de la cría y recría.
Nota: Haz click aquí para conocer la calculadora de predección de peso
+ El índice de madurez para una determinada edad representa el porcentaje que, aplicado al peso vivo medio de las reproductoras del rebaño, nos indica cuál debería ser el peso de la cabrita en ese momento.
+ El índice de desarrollo es un valor porcentual que, aplicado a la altura media de la cruz de las reproductoras del rebaño, establece la altura óptima de la cabrita en cada fase de su desarrollo.
Tras el nacimiento de la cabrita, debemos prestar los primeros cuidados al neonato, registraremos su peso y nos aseguraremos de que en el local de cría haya una temperatura adecuada, entre 18-23° C, sin humedad ni corrientes de aire.
Más detalles sobre los cuidados de los cabritas recien nacidas.
Los objetivos durante la fase de cría, desde el nacimiento al destete (45-60 dÍas de edad), son:
Objetivos del la primera etapa
– Potenciar la transferencia de inmunidad pasiva a la cabrita mediante el suministro de calostro de calidad en las primeras horas de vida.
– Conseguir un adecuado ritmo de crecimiento junto a un buen desarrollo corporal
– Asegurar un óptimo estado sanitario de los animales
A partir de la primera semana de vida, la cabrita dispondrá tambien de un alimento de iniciación, agua ad libitum y heno de alta calidad. Este alimento de iniciación debe ser energético y moderado de proteina bruta (16-18%) además de muy apetecible y palatable, con un excelente aroma y sabor.
El destete se puede realizar a los 45 días siempre y cuando el consumo de alimento sea superior a 200 g al día durante los 3 días anteriores a la fecha programada para el destete.
NOTA: No se deben seleccionar cabritas para reposición sl su peso al nacimiento es inferior a 3 kg de peso vivo.
Esta tabla se realizo en base a los pesos óptimos de ganaderías en países como España, México, Francia, Italia, Países Bajos donde las razas estudiadas son en mayor volumen de razas saanen, alpina, blanca holandesa, murciano-granadina y florida.
FASE DE RECRÍA: desde el destete a los 4 meses
Desde el destete a los tres meses de edad, las cabritas se alimentan con un pienso de arranque ad libitum, junto a heno de buena calidad y agua a libre disposición. Los consumos medios diarios de alimento de arranque se sitúan entre 750-950 g/día por animal.
A partir de los tres meses se pasa a un programa de alimentación restringida que se basa en una fecuencia de alimentacion de 3 a 4 veces por día la cual incluye heno de alta calidad y alimento iniciador.
El heno se suministra una vez al día y el concentrado en tomas de no más de 300 g hasta completar la ración diaria de maximo 900 g. Simultaneamente los animales dispondran siempre de agua potable en cantidad suficiente.
FASE DE RECRÍA: desde los 5 meses a los 7 meses de edad
Entre los 4-5 meses de edad las cabritas alcanzan la pubertad y experimentan un importante desarrollo del tejido mamario.
El objetivo durante esta fase es conseguir un buen crecimiento del tejido secretor de la glándula mamaria, junto a un adecuado equilibrio entre el aumento de peso y el desarrollo de los animales.
Para ello se establece un programa de alimentación restringida compuesto por una ración en la que se incluye heno de calidad y un alimento con 18% de proteína bruta. La inclusión de forrajes de calidad y que su humedad no supere el 35% nos permitirá reducir en suministro de concentrados.
La decisión de realizar la cubrición a los 7 meses de edad en la cría de cabritas es el resultado de una estrategia bien planificada que requiere dedicación y conocimientos técnicos profundos en la ganadería caprina. Aunque este enfoque puede parecer desafiante, los resultados que se obtienen justifican ampliamente la inversión de tiempo y esfuerzo.
La primera monta
La cubrición temprana, a los 7 meses, se basa en la idea de aprovechar al máximo el desarrollo de las cabritas antes de su primera reproducción. Esta práctica eficiente se traduce en numerosos beneficios:
- Ahorro Económico: Al permitir que las cabritas se reproduzcan a una edad más temprana, se reduce el tiempo de inversión en su crecimiento y mantenimiento antes de que empiecen a producir. Esto se traduce en ahorros significativos en términos de alimentación y atención veterinaria.
- Mayor Eficiencia en la Producción: Al tener crías más jóvenes, se optimiza la producción de leche y carne en el rebaño. Las cabritas se convierten en reproductoras más rápidamente, lo que aumenta la producción en menos tiempo.
- Mejora Genética: Al seleccionar y reproducir a una edad temprana, se permite un mayor control en la mejora genética del rebaño. Las cabritas seleccionadas a esta edad tienen el potencial de transmitir sus características superiores a la descendencia de manera más rápida.
- Menos Riesgo de Problemas de Salud: Las cabritas que se reproducen a una edad más joven generalmente tienen menos problemas de salud y una mayor capacidad reproductiva. Esto reduce los riesgos de enfermedades y problemas reproductivos a largo plazo.
Esta estrategia, respaldada por una atención adecuada, una nutrición balanceada y una gestión experta, se ha convertido en una práctica eficiente y exitosa en muchas ganaderías caprinas, contribuyendo significativamente a la prosperidad y sostenibilidad de la industria caprina.
